miércoles, 8 de diciembre de 2010

El Teletón lo hacemos todos

Diciembre. Época de buenos deseos, reuniones familiares, clima invernal y tiempo del gran teatro del Teletón. Como cada año, justo cuando el aguinaldo y todos los esfuerzos del año rondan por nuestros bolsillos; la mercadotecnia junto con las propagandas televisivas de la buena causa del Teletón invade nuestros corazones, haciendo que de alguna u otra manera, millones de aportaciones por parte de todos los mexicanos, sea parte de la cuenta del 9999 y de esa noble causa.


El teletón, literamente lo hacemos todos, pero no sabemos de que forma. Es fácil de entenderlo:

Independientemente de la cuantía aportada por cada persona, Televisa concentra cada una de esas aportaciones bajo el resguardo de Banamex; finalmente, se dona a fundación Teletón una sola aportación a nombre de Televisa la cual es deducible de impuestos. Por otra parte, hacienda descuenta del pago tributario a la empresa, la cantidad donada a través de las aportaciones aisladas del pópulo mexicano, convirtiéndose en una ganancia neta para el grupo medíatico.




Este negocio exitoso se remonta hacia 1954 en Estados Unidos, el cual ha sido copiado en gran cantidad de países como Canadá, Japón, Alemania, Australia, España y Francia, así como entidades latinoamericanas compuestas por un gran bloque: Chile, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela.
Este año, en México no fue la excepción. El objetivo a cumplir era de 445 millones 268 mil 575 reunidos el año pasado, más un peso; pero como siempre la meta se vio superada al contar con un total de 446 millones 851 mil  910 pesos recaudados.

Como es de esperarse, Televisa se vale de sus artistas y presentadores para lograr sus objetivos, pero en este triste caso, los niños se prestan para las artimañas legales, mediáticas, sociales y con tintes personales excelentemente ejecutadas por Televisa y sus patrocinadores.

A todos nos tocan el corazón cuando vemos en pleno Teletón a los niños “especiales” que luchan por una mejor calidad de vida en desgarradoras historias que nos ablandan el alma y hacen que miles de mexicanos contribuyamos con la causa.

Bien se podría llenar una alberca olímpica y nadar plenamente en los litros de lágrimas derramadas por Lucerito y Adal Ramones, pero esas lágrimas nada tienen que ver con el altruismo, sino con la imagen de cada uno de sus presentadores ante los ojos cada vez mas ignorantes de este pobre país.

Patrocinadores como Nacional Monte de Piedad, Telcel, Alpura, Lala, Fud, Holanda, MetLife, Omnilife, Acros, Andrea, DHL, José Cuervo, Fundación Telmex y Soriana, por mencionar algunos; se exhiben como nobles aportantes de la causa y ven aumentadas sus ventas en un negocio “ganar-ganar” sin ningún tipo de pérdidas, cada vez mas lucrativo y cambiante como la inclusión de enfermos de cáncer en su programa de objetivos.

Todos somos y hemos sido parte de una mercadotecnia colectiva en la cual nos sentimos parte de la causa al comprar el queso, el jamón, los helados y tequila del Teletón. Lo que no se sabe es que las ventas de esas empresas se ven estratosféricamente elevadas por todos los mexicanos y que finalmente esas aportaciones millonarias son deducidas de impuestos en la honorable Secretaría de Hacienda, exonerándolos del pago tributario.

Visto de otra forma, no solo el Teletón lo hacemos nosotros, sino que enriquecemos directamente los bolsillos de los sectores mas ricos de la población, puesto que el dinero que se deduce de sus impuestos, mas la cuantía excedente regresada por hacienda a las empresas proviene directamente del dinero de los mortales aportantes.

Dicen que el fin justifica los medios, pero desgraciadamente se valen e inventan los medios para llegar a un fin lucrativo.

Espero que no me malentiendan. Solo comparto el punto de vista en un comentario puesto hace tiempo “Estoy de acuerdo con la finalidad, pero no con la forma”.

Que asco de televisión...

4 comentarios:

  1. Pobrecita la gente que piensa que hace una buena causa al donar, que se salvará del infierno y purgará sus pecados, ni más ni menos que como la Edad Media. Lo que hacen es enriquecer al Vaticano, o que diga, a Televisa. Es verdaderamente denigrante la forma en que apelan a la lástima, es patetismo puro.

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  2. es dificil no pensar que es un gran negocio, pero es mas dificil pensar o tratar de conocer que existen tantas familias sin una oportunidad real de mejora, con un salario miserable y sin una aspiracion a futuro, que es la de bajar la cuenta de su muebleria para ver si ahora podemos comprarle una zapatos a los niños,o bien si ya podemos cotizar alguna choza de infonavit para disque sentirnos un poco mas protegidos, e spor ello que nos prestamos a estos juegos te prometen la silla d eruedas te prometen la terapia y no las puedas pagar aunque duele te vendes, el negocio es claro pero tambien la necesidad, las criticas abren el camino a cambiar a centrar mas el cerro en que te has planteado y no te piensas mover, pero a veces la opcion es la que llega y no las que te planteas... buen blog

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